domingo, 6 de junio de 2010

Contradicciones.

Porque cuando él no está lo único que soy capaz de hacer es pensar en el y echarlo mucho de menos. Cuando estoy con él sabiendo que estamos tan lejos, que hay mil kilometros entre nosotros, lo único que deseo es salir corriendo y no pararme nunca. Y daría todo el oro del mundo por estar en sus brazos una vez, y odio saber que lo haría con todo certeza. Porque lo odio a él por hacerme tanto daño, pero lo amo. Desearía no haberme enamorado nunca de él, pero no podría renunciar a estos dos años maravillosos.
Y no puedo culparlo por tener dudas, y ojalá puediera culparlo por no quererme más, pero no puedo. Hay errores que hay cometer, porque aprendemos, y errores que hay que cometer porque al final resultan no ser errores, sino el destino, algo malo que tenía que pasar para que algo fantástico pudiera pasar.
Creo en el destino, pero odio no conocer el destino porque así podría alegrarme de que me dejara porque era lo que necesitaba para conocer a vuestro padre, o algún tipo genial del que aprendería muchisimas cosas, o simplemente porque estando con él no habría podido hacer esta cosa o aquella. Pero de momento no ha pasado nada bueno. No hay nada de lo que pueda alegrarme.
-Nothing good has happened yet- No hace falta que lo digáis, lo sé, mami mola.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Real Time Web Analytics